martes, 10 de abril de 2012

ALTAR VETÓN DE CANTO GORDO (SAN LORENZO DEL ESCORIAL)

 CONOCIDO POR LA SILLA DE FELIPE II


El altar de Canto Gordo o mal llamada silla de Felipe II, es un altar de sacrificios de origen celta del siglo IV a.C. Es un lugar muy visitado turisticamente, y como tal se han llevado a cabo ciertas reconstrucciones que  han quitado encanto a su origen ancestral. Aún asi  conserva un halo de misterio, por sus árboles, fuentes y rocas que le rodean.
Fue la profesora Alicia Canto de la Universidad Autónoma de Madrid, que con sus investigaciones llegó a la conclusión que Felipe II jamás se sentó en la silla de Canto Gordo para contemplar como iban las obras del monasterio de El Escorial en el siglo XVI. Será dificil quitarle a este lugar el nombre de Silla de Felipe II pues es una leyenda que perdura desde el siglo XIX, pero gracias a esta profesora la verdad se impone y cada vez es más conocido su origen celta.
 


La investigadora cuenta que hay suficientes indicios para afirmar que el monumento es un antiguo altar sagrado en el que  los vetones dedicaban ofrendas a su dios Marte. Su forma abarquillada y escalonada así como el paisaje granítico que lo rodea,  nos recuerda a otros lugares sagrados de los mismos vetones, como el altar de Ulaca, en la provincia de Ávila.

Los antiguos pobladores veían en las piedras caballeras o enormes piedras graniticas redondeadas con un punto de apoyo en equilibrio inestable, a divinidades sagradas, como ocurre con  la que hay junto al altar,  que según se mire vemos, de frente a una divinidad guerrera y de lado el  perfil de una  rapaz.

Todavía hoy todo el entorno es un bosque de robles, los árboles sagrados de los celtas, produciéndonos  junto el paisaje granitico una sensación fantasmagórica y mágica.


Además la vista que se contempla desde el altar es maravillosa. Justo en frente el monte Abantos, monte misterioso por los diversos avistamientos tanto de ovnis como de fantasmas, y un poco más abajo y derecha el monasterio de El Escorial, con toda su grandeza.