El castro de Ulaca situado a las afueras del pueblo de Villaviciosa en la provincia de Ávila, es uno de los más singulares que existen, por la conservación del altar celta o vetton, y uno de los más grandes de la Europa céltica. No se conoce la edad exacta, pero se sabe que su máximo apogeo fue entre los siglos V al I a.C.
Se encuentra sobre una Atalaya granítica, desde la que se contempla el valle Amblés.
Lo más característico de este castro es el santuario y la sauna ritual, labrados en granito. El santuario es un recinto tallado en la roca que consta de una especie de altar a la que se accede por una escalera. Los investigadores piensan que pudo estar destinado al culto, llevándose a cabo en él, sacrificios de animales.
También destacan dos canteras de las que extrajeron bloques para las viviendas y murallas.
El asentamiento vetton estaba rodeado de una muralla de más de 3 Km. Esta estuvo además protegida por varias líneas de murallas.
Las casas eran de planta cuadrada y no redonda, mas característica de los pueblos celtas de esta zona o vettones.
La visita vale la pena. El marco donde se situa el castro es incomparable. En una atalaya rodeada de vacas y caballos, parece que se recrea la vida de los mismos vettones.
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